Pequeña joya descubierta en la edición de este año del Festival de Cine de Sitges 2012, dirigida por Juan Carlos Medina. Se estrenará en diciembre del 2012.
Narra la historia de unos niños muy especiales a través de un personaje del presente, David (interpretado por Àlex Brendemühl) un cirujano que a raíz de un accidente descubre que sufre una enfermedad mortal y necesita un trasplante por parte de algún pariente cercano si quiere salvar su vida, pero a veces hurgar en el pasado abre nuevas heridas.
La película funciona a dos tiempos: presente y pasado (1931 en un pueblo de los Pirineos), descubrimos unos niños que por algún extraño motivo son insensibles a cualquier tipo de dolor físico, hecho que les convierte en peligrosos para ellos mismos (por su falta de conciencia del dolor, ya que siguen siendo mortales) y para el resto de personas.
Estos son separados de sus familias y encerrados en un manicomio donde a lo largo de los años sufrirán experimentos, soledad y las consecuencias de la Guerra Civil.
David descubre que su origen esta relacionado con alguien encerrado en la celda número 17 de ese manicomio, pero no hay registros, no hay nombres, ya que el centro sufrió un incendio y no quedó nadie con vida en él.
El personaje o monstruo a destacar es Berkano, (Ojo.. SPOILER) insensible al dolor físico y con el tiempo al dolor que pueda infligir en otras personas y por ello utilizado como instrumento de tortura.
Un film duro, que atrapa al espectador y que sorprende por la buena elección de personajes y actores que los interpretan, destacando la caracterización de Tómas Lemarquis en el personaje de Berkano.
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